«El tren especial Amigos del Ferrocarril procedente de Jaén y con destino Despeñaperros y Almuradiel va a efectuar su salida», fue la frase que indicó ayer a los viajeros que la 'aventura' iba a dar comienzo, en la mítica estación ferroviaria de Linares-Baeza.
No se trataba de un Encuentro Nacional cualquiera, ya que la Asociación Amigos del Ferrocarril Linares-Baeza (Albaf) conmemoraba el 150 aniversario de la entrada del ferrocarril a Andalucía por Despeñaperros y la llegada del tren a Linares-Baeza. Nada más y nada menos. Un tren chárter cubrió el trayecto entre Jaén y Almuradiel, pasando por las estaciones de Linares-Baeza, Vadollano, Vilches, Calancha, Santa Elena y Venta de Cárdenas. Alrededor de 200 personas participaron en el XIV Encuentro Nacional y descubrieron los entresijos de cada una de las estaciones ferroviarias.
«Quiero conocer la historia del ferrocarril y pasarlo bien. He viajado poco en tren pero he de reconocer que me gusta», declaró María Fernández, una de las vecinas que sacaron ayer su billete. Ella fue acompañada por varias amigas, entre ellas, María Eugenia Martín. «Mi marido viene todos los años y me ha dicho que está muy bien y he decidido este año apuntarme y venir con mis compañeras de trabajo», dijo Martín.
Hay que remontarse al año 1866 cuando el ferrocarril llegaba a la estación de Linares-Baeza. Supondría mucho más que un medio de transporte público para conectar a los vecinos de este municipio y de la comarca con todo el país. Trajo prosperidad y crecimiento a la hoy Entidad Local Autónoma. En el año 1960, residían en Linares-Baeza 3.762 personas, de las que 300 trabajaban en movimiento en la estación, mientras que había otras 300 que también ejercían otros oficios en el mismo espacio. Debido a la buena marcha de este servicio, la Estación Linares-Baeza fue evolucionando. En el mencionado año, se observan muy pocos edificios en el plano de la localidad, mientras que la necesidad de contar con más personal y los negocios que se fueron abriendo en el pequeño municipio hizo que las construcciones aumentasen.
Un pueblo volcado con su estación ya que la mayoría de sus vecinos han vivido o viven de ella. «Yo no he visto otra cosa nada más que el tren. Me encanta y me gusta que hagan estas cosas para que no se vaya. Ahí trabajaba mi padre como factor de circulación», señalaba con añoranza Conchi Velasco, una vecina de Linares que participó ayer en el Encuentro y que cuenta con muchos familiares que han sido y son ferroviarios. «Antes había mucha gente y ahora me da mucha tristeza. Yo tengo los libros que tenía mi padre donde escribía cuándo salían y llegaban los trenes. Cada diez minutos salía un tren», añadió Velasco.
Por eso, la reivindicación también estuvo presente en la jornada. Una placa conmemorativa descubierta ayer recordará a los viajeros que se encuentran en una estación con Historia y que su presente y, sobre todo, su futuro, depende también de ellos.
Cogieron a su vez el guante las autoridades locales y provinciales. La alcaldesa de la Estación Linares-Baeza, Mariola Aranda, hija de ferroviario también, animó a seguir luchando por su supervivencia, olvidando los colores políticos.
Por su parte, el diputado de Infraestructuras Municipales, José Castro, sostuvo que la Diputación de Jaén va a apoyar todas las actividades que las asociaciones realicen por la defensa del ferrocarril. «En el último pleno de la Diputación Provincial aprobamos una proposición para que en el Consejo Económico y Social de la provincia se cree una Mesa específica del ferrocarril para evaluar los servicios ferroviarios de la provincia y aquellas inversiones que se paralizaron hace tiempo con la llegada del Partido Popular», apuntó Castro, entre otros puntos.
Texto: Jéssica Soto.
Fuente: Diario Ideal.