Este ferrocarril nació con vocación minera pero acabó siendo conocido popularmente como la “línea del aceite”. El 10 de julio de 1877 fue otorgada la concesión de esta línea a Jorge Loring, uno de los impulsores de la Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Málaga. La finalidad del ferrocarril era inicialmente la de acercar el plomo de Linares y de su comarca al puerto de Málaga sin tener que utilizar la linea de MZA entre Baeza Empalme y Córdoba. Además, la línea pasaría por Jaén, con lo cual se daría servicio a una de las pocas capitales de provincia que iban quedando en España sin servicio por vía férrea, a pesar de que otros municipios de su circunscripción sí disfrutaban del avance. Durante la construcción, la línea fue incorporada a la compañía de Andaluces, y el primer tramo que entró en servicio, el 18 de agosto de 1881, fue precisamente el de 32 kilómetros entre Jaén y Espeluy, estación de empalme con la línea general de MZA de Manzanares a Córdoba, con lo cual pudo establecerse la ansiada comunicación ferroviaria entre Madrid y Jaén. La estación de Espeluy fue dispuesta con los edificios entre los dos haces de vías, el de MZA y el de Andaluces, un poco al estilo del empalme de Estación de Maçanet - Massanes o de Castillejo-Añover.
El resto de la línea tuvo una construcción enormemente más dilatada, debido a las discusiones entre la Compañía y la Diputación Provincial de Jaén sobre cómo se debía financiar la obra . Diez años después del primer tramo se abrió el segundo, en el extremo opuesto, entre Puente Genil y Cabra, también de 32 kilómetros. El tramo entre Puente Genil y Campo Real era compartido con la línea de Córdoba a Málaga, estando la estación de Campo Real situada entre los haces de vías de las dos líneas. La parte central entre Cabra y Jaén fue abierta el 22 de enero de 1893, día en que también fue abierto un acceso de 22 kilómetros entre Espeluy y Linares, dando acceso al centro de la población linarense por medio de la estación de Linares-Zarzuela. El 10 de julio de 1918 fue abierto un ramal que unía la estación de Luque con la importante población de Baena, a la que no se estimó factible hacer llegar la línea general por las complicaciones de trazado que ello hubiera supuesto. En este ramal fue utilizado, por lo menos hasta 1961, un curiosísimo, -por su carácter de ejemplar único- coche de bogies, matriculado en RENFE como ABC 2101, que contaba con asientos para viajeros de las tres clases, así como con un compartimento para equipajes.
La actividad de la línea fue decayendo, debido en gran parte al escaso tonelaje por eje admisible en los puentes metálicos, y muchos de los tráficos previstos fueron siendo dirigidos desde Jaén a la línea general de MZA, sobre todo cuando la barrera entre compañías desapareció en 1941. El 15 de enero de 1970 fue clausurado el tramo de Espeluy al centro de Linares, y el principal tráfico que ha sobrevivido hasta nuestros días ha sido el de Madrid a Jaén utilizando el tramo desde Espeluy hasta la capital jiennense como mero ramal de la línea ex-MZA. Hasta 1983 circulaba un Ómnibus de Madrid a Málaga por Jaén, pero en ese año el servicio se sustituyó por autobuses y el tramo Jaén-Campo Real fue cerrado a todo servicio en 1984. Al poco tiempo, la propia estación de Campo Real, que ya no tenía bifurcación alguna que servir, fue reducida a apeadero. La vía fue levantada y hoy se han reutilizado varios tramos dentro del proyecto de la Vía Verde del Aceite.
El “ramal” de Espeluy a Jaén se halla electrificado a 3000 voltios, y desde principios del siglo XXI cuenta con un triángulo (by-pass) que evita a los trenes del servicio Madrid-Jaén la inversión de marcha en Espeluy.
Fuente: Ferropedia